El arbitraje inmobiliario es un mecanismo alternativo de resolución de conflictos específicamente diseñado para abordar disputas que surgen en el ámbito de las transacciones y contratos relacionados con bienes inmuebles. Este tipo de arbitraje ofrece soluciones rápidas y efectivas en un sector donde las disputas pueden ser complejas y costosas.
El arbitraje inmobiliario puede abordar una variedad de controversias, que incluyen:
- Incumplimiento de Contratos de Arrendamiento: Disputas sobre el pago de rentas, condiciones de uso del inmueble, o la fiscalización anticipada del contrato.
- Problemas de Títulos de Propiedad: Conflictos sobre la validez de documentos de propiedad, disputas entre herederos sobre la titularidad de un inmueble, o problemas relacionados con la inscripción en registros públicos.
- Calidad de la Construcción: Reclamaciones por defectos en la construcción, incumplimiento de especificaciones técnicas, o problemas de seguridad en edificaciones.
- Desacuerdos en Proyectos de Construcción: Conflictos sobre la ejecución de obras, cambios en el alcance del proyecto, o disputas sobre la responsabilidad de costos adicionales.
- Reclamaciones por Daños a Terceros: Situaciones en las que la construcción o modificación de un inmueble causa daños a propiedades vecinas, lo que puede dar lugar a reclamaciones por responsabilidad civil.
- Desacuerdos sobre Servidumbres y Derechos de Paso: Conflictos relacionados con el uso de terrenos adyacentes, donde una parte puede reclamar el derecho a utilizar una parte de la propiedad de otra.